Esta temporada baja, las negociaciones han rodeado a una de las armas ofensivas más notables del equipo, Brandon Aiyuk.
Para los San Francisco 49ers, la temporada baja 2024-2025 debería estar llena de expectativas por otra gran racha de playoffs. En teoría, pocos equipos pueden igualar la cantidad de jugadores destacados de los 49ers en ambos lados del campo. Sin embargo, como ha sido el caso durante los últimos años, la temporada baja ha estado plagada de negociaciones contractuales que se han estancado. Esta temporada baja, las negociaciones han estado en torno a una de las armas ofensivas más notables del equipo, Brandon Aiyuk.
En un momento en que las negociaciones económicas están en pleno auge, la especulación sobre el futuro de Aiyuk ha abarcado un amplio espectro de teorías. ¿Renunciará? ¿Será traspasado? Todo se reduce a la pregunta: ¿debería quedarse o debería irse?
Brandon Aiyuk: ¿debería quedarse o irse?
Para la mayoría de los fanáticos, un receptor abierto estrella es una de las caras de la franquicia. La idea de dejar ir a un jugador de tanto renombre puede no sentarle bien a la afición. No hay duda de que Aiyuk es uno de los jugadores más populares del equipo por sus recepciones espectaculares y su rendimiento en el fantasy football. Sin embargo, pagarle podría suponer el coste de piezas clave menos anunciadas. Sin siquiera tener en cuenta una extensión para Aiyuk, los 49ers están preparados para superar el tope salarial en 38 millones de dólares en la temporada 2025. Jugadores como Dre Greenlaw, Talanoa Hufanga, Charvarius Ward y Deommodore Lenoir están listos para entrar en la agencia libre. A pesar del presupuesto aparentemente interminable de San Francisco, simplemente no pueden pagar a todo el mundo.
Los 49ers tuvieron una defensa terrestre y una defensa anotadora entre las tres mejores, permitiendo solo 89,7 yardas por partido en tierra y permitiendo solo un promedio de 17,5 puntos por partido. Con la mayoría de la secundaria y piezas clave del núcleo de linebackers necesitando nuevos acuerdos, un gran acuerdo por Aiyuk podría limitar ese lado del balón.
Christian McCaffery lideró la liga en carreras por casi 300 yardas, sumó 564 yardas como receptor y anotó 21 touchdowns en total. Terminó con solo ocho recepciones menos que Aiyuk. En resumen, es el arma más peligrosa y versátil del fútbol americano.
El ala cerrada George Kittle es el corazón y el alma de los 49ers como receptor y bloqueador de élite.
La capacidad de Kittle para dominar en las trincheras hace que la ofensiva de los 49ers funcione. Si a eso le sumamos el hecho de que es capaz de conseguir más de 60 recepciones para más de 1000 yardas en cualquier temporada, tenemos un liniero ofensivo adicional que resulta ser una pesadilla.
Por último, el “wideback” residente del equipo, Deebo Samuel, aporta un elemento único a la ofensiva que no se replica en ningún otro lugar de la liga. Su capacidad para funcionar como una opción de recepción superior y al mismo tiempo ser una amenaza en varias formaciones de jet sweep o de carrera tradicionales es fundamental para la identidad de San Francisco. No es de sorprender que la racha de tres derrotas de los 49ers en octubre coincidiera con la baja de Samuel por lesión.